Hoy, 19 de enero de 2012, hashtags como “megavideo”,
“megaupload” o “FBI” encumbran la famosa lista de Trending Topics tanto a nivel
nacional como global, y esto no es más que la indignación colectiva ante la
reciente (hace unas horas) condena –y consiguiente censura- de estas páginas
web que permiten el intercambio de archivos. Supuestamente esto es debido al
alto nivel de piratería que se da en internet, pero yo creo que esto va más
allá; mucho más allá. No hay más que informarse mínimamente sobre la también
reciente Ley SOPA (Stop Online Piracy Acts) , la cual “desalentaría totalmente
la libre creación, promoción y difusión del conocimiento por Internet”. La cosa
cambia, esto ya no es lo del cánon digital, ni incluso la Ley Sinde.
Consecuencias de la Ley SOPA serían, por ejemplo, la ilegalidad de redes de
navegación anónimas. Twitter, en este caso, sería ilegal. Poco a poco,
intentando que no nos demos cuenta, se va limitando nuestro derecho de
expresión, pero, como reza el título, los tiempos están cambiando, la sociedad
cada vez es más difícil de engañar.
Así lo expresa el hashtag que encabeza la lista de temas del
momento en España ahora mismo: #sicierrantwitter. Millones de personas
quejándose de lo que ello supondría. No, hoy en día –y espero no pecar de
inocente- no creo que ese alguien, esa mano invisible a la que cada vez se le
van viendo más los hilos, tenga el valor de hacerlo. No, porque Twitter hoy en
día, en mi opinión, es la voz del pueblo. Nada de gobiernos democráticos, ni
partidos políticos; la política está tan desvalorizada, tan amañada y corrupta
que hemos dejado de creer en personas que nos representen para representarnos
nosotros mismos, usando para ello las redes sociales. Eso es, los temas que
preocupan al mundo ya no están en los mítines de nadie, sino en la lista de
Trending Topics que vemos cada día en las pantallas de los ordenadores, y esto
sí que sí nos negamos a que nos lo quiten. Desde una serie de televisión que
juzgamos pésima y no paramos de bromear sobre ella, hasta dar pie a una
sucesión de revoluciones que harán historia en menos de 140 caracteres, eso es
Twitter.
Otra vez he de repetirlo: los tiempos están cambiando. Los
jóvenes que hemos crecido en una sociedad de consumo desenfrenado y ahora nos
estampamos contra un muro denominado crisis que construyeron nuestros padres
estamos recobrando eso que hace tiempo le faltaba a la juventud: los ideales,
la fuerza para unirse y luchar por algo. Eso que vemos en el movimiento 15M y
se va extendiendo por todo el mundo. Los (malos) tiempos que corren, la (mala)
situación económica, los (malos) gobiernos que paulatinamente pierden su
credibilidad están plantando la semilla de la bestia en jóvenes corazones que
esa “mano invisible” intenta censurar. El problema es que hay cosas a las que
las duras represiones hacen explotar, y entonces, la semilla germina, y de la
indignación nace la bestia, la revolución.
El “Feliz 2012” que deseábamos hace menos de tres semanas se
empieza a truncar día tras día, los telediarios ofrecen malas y peores
noticias, nuestras libertades, como comentaba al principio, poco a poco
empiezan a ser minadas desde el “más allá” en sociedades (supuestamente)
democráticas. Este 2012 no va a ser mejor que los años anteriores, y, recuerdo,
la crisis del euro estalló hace más de tres años. No, este año va a ser muy,
muy duro; y por muy abrupto que suene la comparación, como la historia nos
confiesa entre sus páginas en episodios tan fríos como la Revolución Francesa o
la Rusa, en tiempos de crisis afloran las revoluciones, las bestias. Lo que
hemos sufrido –y ojalá me equivoque- en estos últimos años que han acabado
registrando increíbles tasas de paro que tienen su cénit entre los más jóvenes,
puede que no sea nada con lo que nos queda por ver. No noto mejora alguna en el
caso de España, si no que, al contrario, cada vez nos hundimos en un agujero
más y más profundo. Y aunque no me guste, he de decir que las similitudes que
veo a esta crisis con la de 1929 son inmensas. Espero que el juicio popular
esta vez no se deje llevar por la desesperación refugiándose de nuevo en
regímenes autoritarios (aunque he de decir que esto se está viendo reflejado
actualmente en el aumento de popularidad de partidos políticos que dejan ver
ese tipo de intenciones).
Por ello, pienso que las redes sociales esta vez son una
especie de vía de escape a la vez que una fuerza importante para sumar fuerzas
ante aquello que atenta con nuestros derechos. No dudo en que a “los de allí
arriba” no les hace demasiada gracia esto de las redes sociales, este juguete
llamado Twitter que nos han vendido como tal y nosotros hemos transformado en un
arma, creo que tan poderosa que su censura haría explotar la chispa,
probablemente sería el Casus Belli de
la revolución de nuestra era. No digo que el cierre de Twitter vaya a causar
una revolución por sí mismo, pero sería la gota que colmaría el vaso de la
indignación. Que censuren Megaupload por piratería y obliguen a los que
trabajaban en esa web a cumplir condenas excesivas no es más que el principio
de algo que augura atentar contra esas libertades tan básicas como la de
expresión; el grupo de hackers Anonymous con su careta de V de Vendetta lo sabe, y nosotros lo sabemos.
(Salta a la vista que escribí esto la noche del 19 de enero de 2012, y no el día que lo subo al blog. Ha habido varios movimientos y ataques por parte de Anonymous hacia páginas web a nivel internacional, reivindicando los derechos que tocan estas nuevas leyes. En Twitter "World War Web" se sitúa entre los TT mientras que los nombrados en el artículo han perdido popularidad.)
1 comentario:
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