sábado, 12 de mayo de 2012

Polvo, aire, tierra.

¿Cuánto tarda el cuerpo de un hombre muerto en enfriarse? ¿Y en descomponerse? Eso es lo que queda, nada. Hasta las lágrimas de quienes lo lloran se evaporan, y al recuerdo se lo acaba tragando el olvido. Y, aun sabiendo eso, ¿hay algo más triste que morir y que nadie llore por ti? ¿Que la gente se ponga a rebuscar en su memoria y no encuentre nada de ti? Caer en el olvido, eso es lo que más pánico me da. Así que mi máxima aspiración es llegar tan alto que, un minuto antes de morir, tenga la seguridad de que mi muerte conmocionará al universo.
(Pero fuerzo una sonrisa, sabiendo que mi ambición sobrepasaba mucho a mi talento).


1 comentario:

Melodías Agridulces dijo...

Creo que cambiar la vida de alguien, aunque sea es lo realmente importante. ¿El olvido? Todos somos víctimas de él.
Lindo blog! Ya te sigo, por aquí y por twitter :)

Besos agridulces♥