Qué rápido me dijiste que no era
‘was’, sino ‘were’, y qué poco hábil para darte cuenta de que el fallo no
estaba en el verbo sino en el sujeto. Que no has sido tú mi héroe. Vivía y
moría por ti, y las únicas heroínas de ello éramos yo y la que me inyectabas en
cada golpe, y esta última era más villana que otra cosa.
Por tanto, no es ‘you’, sino ‘I’
lo que va con el ‘was’. Y aun así sigue fallando el verbo, que está en pasado
mientras invento el tiempo que aúne presente y futuro. Porque cualquiera te
puede salvar, pero no hay nadie más capaz que uno mismo para evitar hacerte
caer al vacío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario